En los últimos días de Marzo 2017 han aparecido bulos de información sobre una nota publicada por la organización política Ciudadanos, considerando pseudoterapias y pesudociencias a la Naturopatía, Homeopatía, Osteopatía y otras terapias naturopáticas con total desconocimiento por parte de los políticos en general. Es vergonzoso por mi parte pensar que después de más de 30 años que se comenzó en España una andadura de regulación de la Naturopatía y sus técnicas higiénicas o terapéuticas a aplicar, sigamos estando en el mismo sitio y la misma hora. Pero la culpa de todo lo que ha ocurrido y está ocurriendo en éste país de listos y pelotazos (nos metemos todos y sálvese el que pueda), la tenemos los verdaderos profesionales de la naturopatía y salud, que no somos capaces de unirnos para conseguir o erradicar, muchas de las cosas que están o van a ocurrir en los gremios de la Naturopatía y también de la Herbodietética. También creo que existe una bochornosa falta de información por parte de los profesionales del periodismo, deshonrando una profesión que lo que hace es una labor encomiable como la de mantener o prevenir y, mejorar la salud de los ciudadanos.
Hace más de 35 años me introducía en los medios naturales de salud, entonces proscritos, a comienzo de la década de los años 80 del siglo pasado. A través de una enfermedad grave de mi padre conocí a D. Antonio Liñán del Pino y a D. Antonio López Godoy, ilustres naturópatas de Sevilla. Nuestro país, España, estaba pasando entonces una transición política, y muchos la gran mayoría de hombres y mujeres no sabíamos, lo que esto era y significaba, algunos muchos empezábamos a enterarnos de lo que era, socialismo, comunismo, y naturismo, pues todas estas fuentes de conocimiento estaban o habían sido perseguidos por la ley del anterior sistema de gobierno en España.
Mis estudios sobre nutrición y salud animal en la Facultad Veterinaria de Córdoba, así como la enfermedad grave de mi padre, facilitaron el camino para comenzar mi andadura por el mundo naturista de entonces, donde en España se podían contar las escuelas presenciales con los dedos de las manos, pues la gran mayoría de todos nuestros grandes maestros españoles han sido autodidactas. Tras estudiar en Sevilla, Madrid, Málaga, Algeciras y Barcelona, con maestros de la talla como Liñán del Pino, López Godoy, Felipe de Torres, Álvarez Mudarra, Eduardo Gallego, Diego Prieto Bueno, Oriol Ávila Montesó, Dr. Ferrándiz, José Artigas y Ángel Baña; me Gradué como Naturópata en el curso 1985-1989 en CEN de Barcelona, dándome de alta como miembro numerario en Fedine, Federación Española de Diplomados en distintas Profesiones no regladas (ahí estábamos muchas de las profesiones actuales como los topógrafos, podólogos, higienistas dentales, parasicólogos y también los naturópatas).
Yo participaba con mi inscripción en Graduado en Naturopatía como naturópata y según ellos podía ejercer mi profesión. Hasta aquí todo era perfecto los estudios me apasionaban, la investigaciones me excitaban y las praxis me entusiasmaban. He ayudado en 30 años de profesión como naturópata a restablecer la salud a miles de personas, tratando muchos terrenos enfermos, pero con la cabeza muy alta de saber lo que estaba haciendo, porque cada uno de mis pacientes me hacía estudiar muy a fondo. Cada persona es única y diferente en todos sus cuerpos, como dijo un sabio “si un átomo es un mundo, el ser humano es un universo”. Debido a mis estudios veterinarios, en nutrición y bioquímica, me especialicé en Trofología (alimentación y nutrición humana), palabra acuñada en el diccionario de la lengua española desde el año 1923; técnica parecida al Ayurveda de la India; también me especialicé en las Sales Bioquímicas del maestro W.H. Schüssler, y en las Esencias Florales del Dr. Bach. Todas estas técnicas a aplicar son base de vida, cubriendo la trilogía en equilibrio de salud del terreno alimentario, el terreno bioquímico de fondo y el terreno emocional. Otros estudios que llevé a cabo en profundidad fueron la Homeopatía, Los Oligoelementos de Menetrier, la Reflexología Podal, y sobre todo la Nutrición Complementaria, que no suplementaria; pues no son suplementos (no hay que suplementar nada solo hay que complementar la buena y equilibrada alimentación con una micronutrición complementaria para obtener mayor y mejor salud).
Pero para mis adentros me preguntaba, que es lo que está ocurriendo a donde voy, que quiero conseguir; respondía quiero ser “naturópata” y colgué mi primer cartel, nadie conocía esa palabra, todo el mundo conocía la palabra naturista o yerbero, o médico naturista, y muchas personas nos decían “naturalista”, otros me preguntaban “ naturopata.qué “, ni idea, por más que lo explicara menos lo entendían, a veces me aburrían, llegue a dudar, cuando quería darme a conocer tenía que aplicar palabras como medicina natural, naturista, si saber el publico lo que era un naturópata, que no tiene nada que ver con un médico ni tampoco con un naturista (persona que practica el naturismo, doctrina que comulga con todo lo natural y la naturaleza).
Para mí, Medicina nada más que hay una la que cura sin dañar (lo primero no dañar), pero regulada solo existe la que hay, la medicina alópata oficial en todo el mundo y mucho más en el occidental. Naturismo es la filosofía de vida en base a la naturaleza y la salud. Naturalista es un biólogo que estudia las funciones de la naturaleza. Naturópata es el profesional de la salud humana, que estudia y practica buscando mantener la salud integral de los seres humanos con los agentes y métodos naturales de salud.
Pero yo seguía preguntándome que será de nuestra profesión? Estaban en aquella época finales de los años ochenta, los políticos socialistas en el poder y además con mayoría absoluta, son los progresistas me pregunté, seguro que éstos regulan nuestras profesión y mañana dignamente podre decir ¡soy naturopata! Cuan equivocado estaba, los políticos en general y los socialistas en particular estaban más preocupados por arreglar tantas y tantas instituciones que faltaban en España por ordenar y arreglar, y más importantes constitucionalmente que preocuparse por un grupo minoritario de “seudoprofesionales” de la salud, los naturópatas. Que además de no estar regulados eran unos pocos y además desunidos y desavenidos. No pude mas, mi inquietud genética, me levantó del sillón, salí a la calle y me pregunté, ¡¡a donde voy, a donde quiero ir!! que puedo hacer para que la Naturopatía sea reconocida y reglada como una profesión oficial por las instituciones y ciencias actuales; ¿qué tengo que hacer?, automáticamente se me encendió esa luz (intuición) que todos tenemos en nuestro mente y apareció la respuesta “ busca entre los tuyos, llama a tus compañeros, relaciónate, busca la colaboración, el conjunto, la simbiosis, la asociación… empecé a buscar y encontré que no estábamos unidos en nuestra ciudad ni en nuestra provincia ni en España, los que estábamos cada uno andaba por sí solo. Lo primero que hicimos varios compañeros fue crear una plataforma para fundar la Asociación Profesional de Naturópatas de Sevilla- Asprona que se fundó en el año 1989. Erigiéndome mis compañeros como primer presidente de dicha asociación. Una vez creada nuestra corporación y vistos nuestros objetivos de regulación de la profesión, mis compañeros y yo nos preguntábamos y ahora que hacemos, y ahora donde vamos, como asociación provincial, solo tenemos competencias provinciales y si salimos hacia Madrid solo somos una, débil y pequeña asociación debemos y tenemos la obligación de agregarnos, unirnos a una federación o asociación nacional, profesional que nos dé más fuerza que nos ampare, que podamos tener una plataforma donde podamos lanzar nuestro mensaje de regulación profesional, donde podamos conocer más, donde estemos representados y nos defiendan los legítimos intereses de los profesionales naturópatas.

Por aquel entonces solo había dos colectivos auténticamente profesionales, uno era la organización no gubernamental Fedine que era una Federación de Profesiones autónomas no regladas con lo cual se dispersan sus funciones. Y la otra Fenaco (hija de Fedine) Federación Española de Profesionales en Naturopatía, que exclusivamente agrupaba a los naturópatas y a todas las técnicas a aplicar que estos practicaban. Inscrita en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales- B.O.E. nº 127 de 28-5-1984. Y cuyo objetivo fundamental es la representación y defensa de todos/as los/as profesionales de la naturopatia que trabajan con métodos naturales de salud-actuales y tradicionales y que ejerzan en el territorio del estado español.
Y desde aquella fecha Mayo 1989 me hice miembro oficial de Fenaco con el nº 0039 haciéndome las siguientes premisas y proposiciones:
- El compromiso de mantenernos unidos para vencer siempre todas las adversidades.
- El compromiso de regular la profesión de naturopatia y técnicas a aplicar.
- Ordenar el sistema de enseñanza de la naturopatia con un único camino.
- Conseguir que se creen Escuelas de Enseñanzas exclusivas, y la creación de un Profesorado Cualificado.
- Difundir a la población que es un naturópata, que abarca, que técnicas aplica y que funciones hace a la sociedad.
- Crear la plataforma que dialogue con el estado y organismos públicos para la regulación definitiva, de la naturopatia como ciencia de la salud.
- Formación de postgrado continuada por las escuelas.
- Participar en la educación y promoción de la salud para la comunidad.
- Información a todos/as los profesionales de las normas proyectos, de leyes y o disposiciones legales y sus funciones.
- Evitar contundentemente el intrusismo profesional.
- Crear el día de la naturopatia.
Una vez dentro de la organización, mis inquietudes me llevaron a primera línea de la organización, presentándome a presidente de Fenaco por la Federación Andaluza de Naturopatas de la cual era presidente, fui elegido por mayoría absoluta y ocupé el cargo de presidente de Fenaco 1991-1993. En aquella época fundamos la revista naturopatia y empezamos afrontar el reto de una renovación de la asociación para adaptarse a los cambios que se estaban produciendo en la profesión, consiguiendo la ampliación de la federación nacional con más miembros y asociaciones creando un tejido social fuerte en todas las provincias de España. Lo más relevante durante mi mandato como presidente fue lograr unir a diferentes asociaciones de naturopatía, acupuntura, osteopatía, homeopatía, etc. que existían en España para la firma del Pacto Profesional de Madrid (la Unión Hace la Fuerza), Acta firmado por FENACO y varias Asociaciones en 1992 para que FENACO representase y defendiese los intereses de los profesionales. La Unidad no es una opción, es una obligación de todos. Precisamente ese año, comenzó a celebrarse el Día Nacional de la Naturopatía y la primera cita tuvo lugar en Ronda (Málaga).
También se crearon los estatutos generales de la naturopatia con el código deontológico, se crea el día de la naturopatia, se comienza a homologar enseñanzas para las escuelas que cumplan los requisitos de enseñanza unificada de la naturopatia. Se crean el examen corporativo para modular la calidad de formación se elaboran planes de estudio promoviendo la creación de entidades autónomas de sociedades científicas, del cuerpo del profesorado en naturopatia, de los centros homologados de enseñanza etc. Todo esto y mucho mas se elaboró prácticamente en 13 años posteriores de duro trabajo por todos los Eméritos Compañeros sucesores o cesionarios que trabajaron por la profesión de Naturopatía con muchas vicisitudes, zancadillas y otras trápalas, para poder conseguir aprobar todas las propuestas progresistas y de futuro para consolidar nuestra profesión, pero siempre bajo un aspecto corporativo de mucha unión que es la única que hace la fuerza.
A partir de la secesión habida en Fenaco sobre el año 2005, debido a egoísmos, ingratitudes, e intereses humanos se abre una nueva andadura de reinos de taifas (una distinción muy a la española), donde entramos en una división de nuevas asociaciones y corporaciones por todo el territorio nacional, como casi siempre ocurre cada cual se quiere poner su propia medalla.
La principal misión que hoy día tienen todas estas organizaciones y corporaciones es la de unirse (repito, la unión hace la fuerza; la desunión fortalece a los intereses de unos pocos) en una plataforma nacional para que la naturopatia llegue a ser una ciencia reconocida y regulada profesionalmente y entre a formar parte de las nuevas ciencias de la salud, y con ello los profesionales obtengamos una diplomatura en naturopatia y podamos ejercer dignamente regulados nuestra profesión, empleando para ello todas sus técnicas aplicar como: trofología (nutrición, dietética, alimentación), manuales (osteopatía, shiatsu, quiromasajes, quiropraxia, drenaje linfático), reflexológicas (acupuntura, auriculopuntura, reflexología podal), psicoemocionales, físicas, agentes naturales, sin pretender sustituir a ninguna otra terapia y/o profesión establecida, todo lo contrario, entrando en plena colaboración complementaria.
Este año de 2017 Fenaco va a cumplir 33 años de existencia y personalmente creo que por culpa de nosotros mismos (los males, el estado enfermo, siempre se encuentran dentro de uno mismo) estamos en el mismo sitio y la misma hora, y me sigo preguntando “A donde vamos o donde queremos ir”. Estamos haciendo algo para conseguir el fin que todos los naturópatas con sus terapias afines pretendemos y que es la regulación definitiva de nuestra profesión; o queremos seguir estar como estamos “tolerados”, ”consentidos” ante la sociedad.
Verdaderamente debemos pensar y ver a quién le interesa que esta profesión siga así o que finalmente desaparezca? A quién, a la medicina oficial alópata, a los poderes fácticos que no saben dónde colocarnos? Parece ser que hay sectores de la propia “naturopatia” que quieren seguir como estamos, bien por no pagar impuestos (porque no vivo directamente de esto), bien porque soy propietario de una escuela y quiero mantener el negocio (hay muchos
profesionales de otras profesiones como DUE, auxiliares de enfermería, nutricionistas, fisioterapeutas que practican y “enseñan” nuestros técnicas, así como muchas personas con “estudios” que dejan mucho que desear).
Para mí personalmente una gran parte de la culpa la tienen las “Escuelas no regladas por la profesión” o mejor dicho “PseudoEscuelas” con poco fundamento teórico-práctico, salidas y habidas por doquier, que ofrecen diplomas de “profesionales de salud” y “terapias naturales” con estudios de fines de semana o de 3 meses en fines de semana . No explicándome como se puede llegar a conocer al ser humano anatómica, fisiológica, bioquímica, nutricional, y emocionalmente en todo su contexto de salud y terreno enfermo, sin haberlo estudiado a fondo el tiempo correspondiente para dar crédito y credibilidad a la sociedad; aunque en Naturopatía nunca se termina de estudiar. Que mínimo que los estudios de naturopatía duren 3 años en presencia, más 2 años de la especialidad en terapia a aplicar, obteniendo a verdaderos y buenos profesionales cualificados para una labor sin igual que es la salud holística humana.
Hay que ser serios prudentes, honestos, no estamos jugando a médicos, solo hacemos una labor higiénica funcional dentro de las Nuevas Ciencias de la Salud, donde muchos están olvidándose de las verdaderas funciones de un naturópata, como por ejemplo la alimentación global (base de vida). Todos los profesionales naturópatas, homeópatas, osteópatas y otros,… con todo el progreso posible, tenemos la obligación y la responsabilidad de hacer valer con seriedad ésta profesión de la salud que cubre perfectamente el gran socavón dejado y abandonado por la medicina alopática. Pero ojo, cuidado con la ambición lucrativa humana, la deshonestidad y la falta de sencillez, que rompe todos los buenos y grandes esquemas de futuro, para un mayor bienestar y salud en el mundo.
Saludos
Rafael Labhat – Naturólogo