Los gatos son animales maravillosos y extraordinarios, que para mí cumplen una función en la vida bastante diferente a lo que se piensa sobre ellos. Los animales no son objetos de carne y hueso que están aquí para satisfacer nuestras necesidades de compañía o frustraciones personales. A lo largo de mi vida he podido comprobar y reafirmar que los animales son una parte muy importante del camino del ser humano, y no me refiero al plano físico sino al espiritual. En concreto los gatos, son unos grandes maestros y guías, preparados para ayudarnos energéticamente en nuestros procesos vitales y para enseñarnos de alguna manera nuestros bloqueos.
Los gatos siempre vienen y se van de nuestra vida en momentos concretos, que suceden o preceden a cambios importantes para nosotros. Muchas veces no sabemos de dónde ha salido nuestro gato, ha aparecido solo, o parece que nos ha elegido para que lo cuidemos. Ciertamente es así, ellos saben dónde están y para qué, somos nosotros los que aún estamos demasiado aferrados al plano físico.
En Egipto, una civilización única y muy especial, el gato era un animal sagrado, era protector del hogar, e incluso protector del Sol. Hoy en día sigue siendo así pero lo hemos olvidado. El gato protege nuestros hogares y a nosotros, los egipcios lo sabían, los protegían y estaban siempre pendientes de si los gatos estaban bien. ¡Si moría un gato era una tragedia! Me gustaría que el gato volviera a ocupar el puesto que le corresponde dentro de la humanidad, como protector y sabio compañero vital.
El gato lleva viviendo con el ser humano en entornos cerrados relativamente poco tiempo, y es desde entonces que empieza a mostrar ciertos problemas de comportamiento. Estos problemas a veces son por una ausencia de elementos imprescindibles en su entorno para desarrollarse como felino, pero también influyen en él los sucesos de su alrededor, sobre todo los estados emocionales de las personas que viven con ellos. También el gato está en esta situación porque actualmente el ser humano está viviendo un período muy importante de despertar de conciencia, para lo cual necesitamos el contacto con los Animales y la Naturaleza, estar cerca de nuestra Madre Tierra, por tanto cada vez más compartimos nuestras vidas estrechamente junto a algún animal. Los gatos hacen de espejo de las cosas que nos cuesta ver en nosotros, de aquello que no estamos haciendo bien o nos bloquean, para poder estar aquí y ahora. Estrés, miedo, intolerancia, angustia, ansiedad… pero cuesta verlo. Es ahora cuando los gatos y el humano comparten una relación muy estrecha, esto es algo nuevo para todos. Todo esto hay que comprenderlo sin humanizar al gato, dándole cualidades humanas que no tiene. Es un felino, cazador nocturno, un animal territorial, preparado para cazar y mantenerse solo, pero está teniendo problemas para desarrollarse como tal en nuestro entorno doméstico. No se trata de adaptar al gato para vivir con nosotros, sino de adaptar nuestra vivienda para este tipo de animal, así como comprender su comportamiento y lo que quiere decirnos con ello.
La diferencia entre ser Etóloga felina y Terapeuta felina es que no me centro exclusivamente en el comportamiento del gato sino que lo intento comprender desde otro punto de vista diferente, más natural, incluyendo a la persona que vive con él, y a otras posibles energías que puedan estar influyendo en el gato, aplicando terapias naturales como apoyo a la solución del problema. Cuando el gato presenta un problema de comportamiento, siempre tiene un mensaje para la persona con la que está. Son imprescindibles las pautas para el tratamiento de un problema de comportamiento, los cambios en el entorno para mejorarlo, pero para mí también es imprescindible equilibrar la energía y estado emocional del animal junto a todo lo demás que aplica la etología. Gracias a este punto de vista, trabajo en positivo, sin castigo ni estímulos negativos para el tratamiento de un comportamiento. De hecho, no existe ningún comportamiento que haya que corregir, sino más bien comprender, ver qué hay de nosotros en ello y empezar a trabajarlo nosotros mismos, haciéndonos responsables de nuestra parte. Muchas veces los problemas de comportamiento se solucionan haciendo algún pequeño cambio en el entorno y con unas sencillas pautas, pero la mayoría de las veces el problema es bastante más profundo y he de trabajar también con las personas que viven con los gatos, haciendo una toma de conciencia de lo que está ocurriendo, de cuándo empezó, por qué, qué hay en el problema que pueda ayudarnos a nosotros. Parto de la base de que el ser humano es un ser que está evolucionando, y que los animales son Maestros de este camino. Por tanto escucharles y atender a sus mensajes es una preciosa manera de caminar juntos y aprender. Porque ellos sobre la vida saben, porque ellos eligen estar a nuestro lado y acompañarnos, hacer de espejo y ayudarnos a encontrar aquellas cosas que nos impiden vivir el momento, en definitiva, que nos impiden Ser.
Para mí es un honor saber cuidar y comprender a estos grandes compañeros. La palabra que más utilizo y aplico es Respeto, por su naturaleza, su forma de ser, su individualidad. La más bonita consecuencia de ayudar a estos guías espirituales, los gatos, es que también las personas que viven con ellos son ayudadas, y muchas veces tan sólo el comprender lo que ocurre, el por qué del cambio de comportamiento o enfermedad del gato, al hacer esa toma de conciencia, hace que cambien nuestras vidas, que nos demos cuenta de situaciones de las que queremos salir y por tanto nuestra calidad de vida mejore notablemente, aprendiendo y evolucionando. Es un nuevo despertar, que a veces nos cuesta hacer a nosotros solos. Los gatos nos ayudan a comprender si estamos gestionando bien nuestras emociones o nos estamos olvidando de el por qué de nuestra vida en la Tierra. Todos los seres vivos que nos rodean lo saben. Los gatos nos traen la energía femenina, la energía de la Madre.
En estos largos más de 14 años de trabajo he aprendido mucho de ellos y he comprobado personalmente lo eficaces que son estos compañeros como Maestros. Desgraciadamente hay personas que se cansan de ellos, o al primer problema que presentan los abandonan (o eutanasian), pero lo que ocurre es que existe una resistencia que más bien esa persona podría trabajar para sentirse mejor, pero no están preparados para ello, ni para verlo ni mucho menos para creer que esto puede ser así, o simplemente hay personas que no quieren curarse, y estos gatos acaban en la calle o en protectoras y perreras. Sobra decir que el abandono para los gatos la mayoría de las veces es devastador, y necesitan ayuda para salir de ese estado.
Mi trabajo consiste en comprender el comportamiento de los gatos, cómo ver un problema de comportamiento como una enseñanza para la persona, entender lo que les ocurre y ayudarles, pero para poder trabajar un problema la persona que vive con el gato debe estar dispuesta a escuchar su mensaje y responsabilizarse de su parte del problema, a nivel emocional, espiritual y físico. El único objetivo de todo mi trabajo es el bienestar de los animales y las personas, evitando abandonos y eutanasias de animales, que los gatos se queden en sus casas y la relación con sus personas sea de un perfecto equilibrio y amor. Ningún gato quiere vivir orinándose fuera de la bandeja, o teniendo comportamientos agresivos, siempre es un desequilibrio y el primero que tiene un problema es el gato, pero además de tener un problema como por ejemplo una infección de orina que hace que orine en el sofá, es erróneamente perseguido y castigado por ello. Cuando lo que nos está intentando comunicar es que se encuentra enfermo. Y esa enfermedad puede venir por estrés. O porque nos esté transmutando algo a nosotros, algo que no vemos y por tanto no nos hacemos cargo. Es necesario comprender a este animal y su comportamiento, porque estamos cometiendo muchos errores con ellos, que están empeorando aún más sus problemas de comportamiento y deteriorando su relación con nosotros.
La finalidad de mis Cursos de comportamiento felino y esencias florales es dar a conocer a este animal, eliminar leyendas urbanas y mitos, informar a las personas sobre posibles problemas de comportamiento y cómo detectarlos y solucionarlos, ayudando a los gatos y a las personas a volver a entenderse.
Mis mayores herramientas de trabajo son la Experiencia, la Intuición, el Respeto, el Amor, Flores de Bach, Reiki y Comunicación Animal Entrespecies.