El Centro de Formación de Yùyán® inaugura al público de Terrassa sus instalaciones dedicadas al estudio del TaiChi Chuan y ChiKung.
Francisco Sánchez, fundador del Centro de Formación Yùyán®, nos recuerda una y otra vez en sus publicaciones sobre la necesidad de procurar la determinación, acciones reales, prácticas y cercanas al entorno que nos rodea: praxis, insiste siempre, lejos de falsas promesas y charlatanería en el sector de las Terapias Alternativas. Algunas veces de forma directa, otras simbólicamente con la transmisión de disciplinas taoístas o artículos en el Blog de su página web http://yuyan.es/blog-page. Es autor de la novela Yùyán, Una pequeña alegoría y destina los beneficios a la Fundación Liga Catalana de Ayuda Oncológica – Oncolliga, en donde participa además como Técnico Voluntario impartiendo sesiones de TaiChi Chuan y ChiKung a los usuarios de la Fundación.
Tras años de estudio y bagaje por diversas escuelas, hoy dice haber encontrado sentido al TaiChi Chuan en su instrucción con el Maestro Zhang Xiumu y con quien bajo su tutela ha participado en diversas experiencias divulgativas sobre esta disciplina, como eventos, exhibiciones y campeonatos en representación de la Asociación Hispano China de TaiChi de la que además es miembro.
Con motivo del reinicio de un nuevo Curso, hoy visitamos el Centro de Formación Yùyán®, altamente cualificado y en cuyo interior descubrimos toda la esencia que Francisco Sánchez ha recogido de sus anteriores experiencias, tanto por la simbología que decora las salas del Centro, como en práctica del Tao reflejada en la ejecución de sus sesiones, sin olvidar el marcado carácter de Responsabilidad Social que dice jamás olvidar. Para él es la base fundamental, la piedra angular sin la cual no podría alcanzar la divulgación del significado terapéutico en los sectores más necesitados. Según él y empatizando con los fundamentos de estas disciplinas, los beneficios latentes en la práctica contienen un marcado carácter holístico, procurando el equilibrio cuerpo-mente-espíritu. Sin él, -declara- enfermaremos de como mínimo uno de ellos.
